La universidad está siendo secuestrada por una violencia de la positividad que se traduce en megaproducción, megacapacidad, megatrabajo y todo, al final, en busca de un resultado de calidad y perfección. No hay tiempo para la equivocación. Este exceso de positividad viene traduciéndose en trastornos psíquicos. La educación, así, deja de ser un proceso y sus fundamentos teleológicos ceden frente al produccionismo, frente a la lógica resultadista. Escuchen el episodio completo en el podcast de educación Deseducar Críticamente.
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